Visita y Camping en el Parque Nacional Talampaya
Mientras investigamos y planificamos nuestro viaje a La Rioja y San Juan para visitar Talampaya y Valle de La Luna surgió la idea de dormir 1 o 2 noches en carpa en alguno de estos parques. Un tanto forzado cómo llegamos a esta decisión pero, con el diario del lunes, podríamos decidir que es una opción recomendable aún para quienes no estén tan familiarizados con el mundo camping.
Breve contexto: Nuestro itinerario comienza en la Capital de Buenos Aires, pasando por San Luis (visitando el Parque Nacional Sierra de las Quijadas) para luego ir encarando hacia el Norte con el objetivo de hacer Talampaya e Ichigualasto (A.K.A. Valle de la luna). No teníamos problemas con los días o traslados pero no podíamos encontrar alojamiento en las cercanías en ninguno de los sitios de viajes más conocidos. Dimos con algunas habitaciones en casas de familia pero no nos parecían un gran plan. Tampoco hacía mucho sentido hospedarse en La Rioja capital porque hay 160 kilómetros hasta Talampaya y la excursión que habíamos comprado on-line comenzaba a las 9am (solicitando presentarse 45' antes). Había que pegarse una madrugada fenomenal y por supuesto no lo hicimos!
Leyendo la web de Talampaya vimos que se podía acampar ahí y empezamos a buscar un poco más de información sobre el tema. Vamos a resumirlo de la siguiente manera: el camping de Talampaya es un espacio situado al lado del estacionamiento de vehículos que cuenta con un tomacorriente para cada “parcela” y vestuarios en buen estado. Ni más ni menos que eso. Luego pueden buscar los precios vigentes de cada cosa en la web oficial, se irán actualizando constantemente y aquí la idea no es comunicar un tarifario sino la experiencia y lo que no te cuentan en la web. Con sus pros y sus contras.
Pensando las opciones que teníamos nos decidimos por llegar a Talampaya a la tarde (aún con luz de día de sobra para armar la carpa), pasar la noche en el camping y al día siguiente tomar la excursión "Experiencia Cañón de Talampaya y Balcones", finalizando alrededor de 1 pm nos fuimos para Ischigualasto (Valle de la luna). Vamos con los detalles.
El camping hay que reservarlo con anticipación de manera online. Se hace por e-mail y hay que confiar en una simple respuesta ya que no realiza ningún pago por la reserva. Piden algunos datos básicos como Nombre y Teléfono o algo por estilo. No esperen una respuesta muy amigable ni desarrollada. La excursión la compramos online y estando allí verán cómo todos nos quejamos de lo mismo, cuando llegás te avisan que tenés que pagar un fee por el ingreso al parque nacional (?) adicional a la excursión que no es para nada económica.
Cuando llegamos al parque fuimos a informes para anunciar que teníamos la reserva del camping (atención del personal totalmente desinteresado). Ingresamos, había unas pocas parcelas ocupadas y comenzamos el armado de la carpa. Primer dato importante: no es necesario llevar una mega carpa. Nosotros fuimos con la carpa más barata que compramos en MercadoLibre, resistió los vientos y se la aguantó perfectamente toda la noche. Hay piedras que se pueden utilizar para reforzar el peso de las estacas y así evitar que se vuele. Quizás nos tocó un viento muy tranquilo pero para que las costuras se rompan por el viento debe ser una carpa muy vieja o en mal estado. Si van con algo básico van a estar bien.
No llevamos comida ni nada para cocinar porque vimos que tenía un restaurante. La verdad que el restaurante es muy lindo pero con pocas opciones de comida. Creo que había 2 o 3 cosas tipo guisos. Nada de sándwiches. Si tenés ganas podés hacer algo a la parrilla ya que cada parcela tiene una pequeña parrilla para hacer fuego. Pregunten si el emparrillado te lo ofrecen o se debe llevar porque ninguna parrilla contaba con el mismo.
Los vestuarios estaban bien. En comparación a cualquier otro camping estos están más que bien porque todas las instalaciones son relativamente nuevas. La limpieza no es de un hotel 5 estrellas pero zafa para 1 o 2 noches.
La excursión está muy buena, se nota que los guías la tienen clara y la vienen haciendo desde hace varios años. Es importante aclarar que no se puede recorrer el parque con vehículo propio. Quizás a la mayoría de la gente le hace pensar que si en Valle de la Luna se puede aquí también pero no es así y nada tiene que ver con la tercerización de explotación del parque a una empresa privada. Se prohíbe el ingreso con vehículos propios para preservar el parque y mantener el hábitat de los animales en su estado natural. Cosa que sería totalmente imposible si cada uno ingresa y se mueve por donde le da la gana.
La primera parte del recorrido es a bordo de un minibus, descendiendo unas 3 o 4 veces en puntos estratégicos en donde el guía explica y muestra diferentes situaciones. En la última parada se realiza el ascenso a los balcones (unos 45’ aproximadamente de trekking levemente exigente ya que se va parando a descansar en la medida que sea necesario). Una vez arriba tendrán las mejores vistas del cañón de Talampaya y un sector privilegiado para hacer fotografías.
Al finalizar, fuimos al parque provincial Ischigualasto y visitamos el valle de la luna. A diferencia de Talampaya, aquí no se reservan excursiones sino que van saliendo grupos a medida que van llegando los turistas. Cada persona/grupo ingresa con su propio vehículo y el guía desarrolla las charlas en cada parada. Es totalmente viable visitar ambos parques el mismo día si se arranca temprano.