<12>Recorriendo La Habana, Cuba
Viajes La Habana Cuba

La capital de la única nación comunista de occidente tiene cerca de 2,4 millones de habitantes. Cada trecho de esta ciudad corresponde exactamente a una época distinta de su historia. En la extremidad de la península está la Habana Vieja. Considerado el corazón español de la capital, ha sido restaurado para volver a ser una de las joyas de la arquitectura colonial del continente americano. Otro barrio de la capital cubana es el Centro Habana, no tan antiguo como la Habana Viejo pero con décadas e historia en su fachada que, por falta de inversión, aún no ha sido restaurada. La inclusión de ambos sitios dentro de una recorrida por la capital se transforma en una verdadera experiencia antropológica.

Continuando la visita por la Habana, le sigue el Vedado, construido en los años 40 y 50. Allí se encuentran algunos íconos “modernos” de Cuba, como el Hotel Nacional y la Heladería Coppélia. La última de las zonas de la Habana es el barrio de Miramar, donde se ubican algunos de los mejores hoteles de la isla. Con calles anchas y arborizadas, y casas elegantes, antiguamente Miramar era el barrio glamoroso de la capital cubana, y donde residía la burguesía previa a la revolución. Hoy Miramar es el barrio ocupado por las embajadas y los altos funcionarios gubernamentales.

Llegando a la Habana, hay que prepararse para un viaje en el tiempo, donde es posible apreciar los autos americanos vintage dando vueltas, o los Buicks, Cadillacs y Oldsmobiles de los años 50, reparados con chapas, pedazos de madera, signador por falta de repuestos en la isla. No obstante, también dividen las calles los Mercedes, Hyundais, Renaults y los cocotaxis, característicos vehículos de tres ruedas hechos de fibra de vidrio.

Habana también fue la ciudad elegida por el escritor norteamericano Ernest Hemingway para vivir sus últimos veinte años de vida, entre 1940 y 1961. Fue en el contacto con los pescadores cubanos que él encontró inspiración para escribir El viejo y el mar, obraprima que le posibilitó acceder al Premio Nobel de literatura de 1954. La Habana de Pedro Juan Gutiérrez, famoso escritor cubano que tomó de la ciudad su materia prima literaria, lo hizo -al igual que Hemingway en su época- en base a dejarse llevar por las edificaciones históricas, la música vibrante, sus bares, el ron y las mulatas.

La Habana de Hemingway, más romántica y cargada de nostalgia, debe mucho de su poesía a dos drinks famosos que el propio escritor ayudó a convertirlos en célebres con la frase: «Mi mojito en la Bodeguita, mi daiquiri en la Floridita». La Bodeguita del Medio es un bar mágico, cuyas antiguas paredes exhiben huellas de mitos como Ava Gardner y brigitte Bardot, quienes degustaban al mojito allí (una efervescente mezcla de ron, jugo de limón, azúcar, agua con gas y hojas de menta). En el Floridita, restaurante de estilo clásico, Hemingway tomaba daiquiris, (la conocida mezcla de ron, azúcar, jugo de limón y mucho hielo batidos en la licuadora).

Cuba es uno de esos lugares que hay que conocer en una jornada sin destino ni prisa, admirando sus numerosos bares, casas y, principalmente, aprovechando la posibilidad de conversar con su gente, pobladores hospitalarios y alegres, lo que da más belleza al lugar. Cuando el visitante arriba a la isla puede reconocer tanto aquella Cuba de Hemingway como la de Gutiérrez. Aunque el embargo americano ha dificultado la vida en la isla, los dólares recaudados con el turismo -principal fuente de divisas para Cuba- hacen la diferencia. Los hoteles cinco estrellas -antes restringidos solo a la Habana y Varadero- ya se han expandido a otras regiones del país, como Holguín y Camagüey. Actualmente se reciben setenta compañías aéreas.