Valhöll Argentina - UTMB World Series
Lejos quedó aquella primera edición de Valholl Argentina en el año 2019 cuando se corrían sólo 3 distancias: 10km, 22km y 34km. El crecimiento de la competencia fue extraordinario a tal punto que comenzó a formar parte del calendario oficial de UTMB desde 2023 otorgando plazas directas para correr el Ultra Trail de Mont-Blanc a los ganadores de cada distancia. Al resto de los competidores nos queda seguir acumulando “stones” y aguardar a salir sorteados para poder correr “el mundial del trail”.
Esta breve introducción es para contextualizar cómo cambió todo en tan poco tiempo. Desde que Valholl está en el calendario UTMB ya no es una carrera más. Llegan corredores de todos los rincones del mundo ya que las oportunidades no sobran. Sin ir más lejos, sólo hay 2 carreras en América del Sur -además de Valholl- dentro de UTMB y son en Brasil (Paraty Brazil) y Ecuador (Quito Trail Ecuador).
En esta edición de Valholl Argentina 3.747 corredores se presentaron en la línea de largada sumando todas las categorías. Un crecimiento de 86% en inscripciones vs 2023, destacando la modalidad “Power” (22km) y “Courage” (35km) como las que más adeptos ganaron. Esa cantidad adicional de concursantes se sintió de lleno en la organización y, por momentos, resultaba raro asimilar que la gestión de la toma de decisiones esté alineada a UTMB y no a la carrera que empezó hace 5 años con menos de 500 participantes.
Puntos flojos de la organización de Valholl 2024:
Activación de “Kit frío” (3 días antes de la carrera)
Si no tenés cuenta de Instagram no te enterás absolutamente nada de lo que pasa en Valhöll. Esto es algo que comparte la mayoría de las carreras porque no tienen una estrategia de comunicación para atacar todos los canales. No es muy costoso enviar la misma información vía e-mail, cierto?
Por redes sociales nos enteramos que ahora era obligatorio llevar manta de supervivencia, guantes térmicos, calza larga, micro-polar y rompeviento. Tal como mencionaron en la publicación “La organización realizará revisión de la posesión de TODOS los elementos obligatorios durante el retiro de kit, en las largadas y durante la carrera”. Por supuesto, esto nunca sucedió ni en la acreditación ni durante la carrera.
Fue igual la sorpresa para los que ya estábamos en Villa General Belgrano que para los corredores que estaban viajando. Este tipo de cuestiones se pueden anticipar y, ante la duda, la organización debe solicitar estos elementos como obligatorios de antemano.
No entregaron la indumentaria en los kits (2 días antes de la carrera)
El miércoles (a 2 días de la largada) la organización envió un comunicado avisando que “habían sido estafados por la empresa textil que iba a confeccionar la indumentaria”. Pechera/remera de carrera, primera piel ni tampoco el buzo iban a poder ser entregados con el kit en la acreditación. Según consta en la misma comunicación, se comprometen a enviar los productos correspondientes “en las próximas semanas” por correo postal a cada participante (dentro o fuera del país).
Aquí hay varios puntos para que el equipo de Valholl tome nota. No pueden avisar tan sobre la hora una noticia de semejante importancia (mismo caso veremos más adelante con la activación del kit de frío). Está claro que puede surgir cualquier eventualidad pero acá la falla de Valholl es grave. ¿Cómo van a esperar a la semana de carrera para recibir la ropa por parte del fabricante? No tuvieron un plan alternativo para sortear la situación y ahí es donde queda expuesta la falta de madurez de la carrera. Que cuente con el sello de UTMB honestamente no significa nada más que lo mencionado anteriormente, en cuanto a organización se refiere no hay garantía alguna.
Algunos comentarios en redes pedían apoyo a la organización alegando que quien estaba allí por una simple remera casi no era digno de participar en Valholl. Pésimo argumento para minimizar el problema e intentar correr el foco hacia el corredor. No es el hecho de la remera, ni siquiera es una cuestión económica, sino que es responsabilidad de respetar lo acordado. Valhöll no es un club de amigos, es un negocio y como tal debe brindar el servicio correspondiente. Del mismo modo, el corredor debe seguir todos los pasos al pie de la letra para poder estar allí. Inscribirse, pagar, realizar chequeos médicos, comprar todo el equipamiento necesario para una carrera de trail running, reservar alojamiento, transporte, etc. etc. Por supuesto, nadie dice que sea un favor, simplemente es lo que corresponde.
Nunca hicieron mención del llavero ni de la bolsa mochila reutilizables que no entregaron en el kit pero sí anunciaron en redes sociales cuando presentaron el kit.
Proceso de acreditación eterno
Cuando corrimos El Cruce en Bariloche nos sorprendió el tiempo récord en que se realiza el proceso de acreditación. Cada corredor tenía que reservar previamente su turno (mismo caso en Valholl) para evitar las esperas y largas filas. “Detalles” que hacen la diferencia: Primero, en el cruce hay carteles que indican perfectamente dónde está cada cosa. Si querés comprar merchandising de la carrera, si estás buscando algún elemento que te falta o te olvidaste de llevar, acreditación, retiro de kits, etc. etc. Segundo, antes de entrar al lugar de acreditaciones verificaban que tuvieses ese horario previamente reservado. En Valholl te encontrabas con una larga fila de personas y era asumir que estabas en el lugar correcto. Tras 45’ de espera llegabas a una bifurcación en donde empezaban preguntas al aire “Ya revisaron el equipamiento?”, “¿Es otra fila?” y así… resulta que había dos partes del stand, una en donde controlaban equipo obligatorio y otra para entrega de “kit” (que a esta altura era 1 turrón y un paquete de Mogul). Entonces tenías que salir de la fila, ir a validar el equipo y luego volver. Las personas de la organización totalmente perdidas o sin ganas de coordinar (aclaro que estábamos en los primeros turnos, no es que había pasado todo el día). Llega nuestro turno, nos entregan el dorsal con chip, turrón, gomitas y adiós.
Puntos a favor de Valholl 2024: el recorrido (muy entretenido y gran parte para correr), las largadas estuvieron bien, al igual que la señalización en senderos (esperamos que alguien venga a sacarlas porque en La Cumbrecita la carrera terminó ayer y aún están acá), los puestos de avituallamiento (bien organizados, gente súper atenta y amable, con buena cantidad y calidad de alimentos).
Una edición de Valholl UTMB que mostró algunos destellos de lucidez pero que también puso en evidencia la improvisación en cuanto a cuestiones básicas de la organización que un evento de este calibre necesita. Una promesa a futuro con mucho por mejorar.