Italpast Campana: Debut y Despedida

Precios excesivamente elevados, costo adicional por el servicio y platos servidos con porciones escuetas.

italpast campana

Debut y despedida en Italpast de Campana. Mucho ruido y pocas nueces para el afamado restaurante de campana que se especializa en pastas al mejor estilo italiano. Los precios están muy por arriba de la competencia (restaurantes clásicos y reconocidos de pastas como Cucina Paradiso no llegan ni cerca a los abultados precios de Italpast). Comencemos nuestra reseña sobre el restaurante en detalle.

El ambiente y la atención son muy buenos. En particular las mesas que están al aire libre ofrecen una linda combinación para un domingo al mediodía siempre y cuando la temperatura acompañe. Al ingresar al restaurante hay un sector de despensa o market gourmet del estilo Tina & Co. en donde se pueden comprar pastas y salsas importadas que no se consiguen en todos lados.

El punto crítico de Italpast es la distorsión de precios del menú. Los platos de pastas rellenas no bajan de los USD 15 y es necesario pedir un appetizer para complementar ya que la abundancia en las porciones no es algo que caracterice al lugar. Como si fuera poco, Italpast sigue cobrando un costo de cubierto por persona y sin ofrecer nada que lo haga valer la pena, de hecho siguen presentando las mesas con servilletas de papel y es donde uno se da cuenta que la popularidad de Italpast es más grande de lo que realmente es el lugar. El único “adicional” que se sirve en la mesa es un pan de campo. Algo tan fácil como servir un antipasti o chutney para acompañar el pan mientras esperamos los platos pero no, hay que pagar el costo extra por persona y quedarse con las ganas. Insistimos en que los precios son caros, no por la calidad de las pastas sino por la cantidad. Cuando un plato de pastas rellenas supera los USD 15 sin tener ningún ingrediente premium quedarse con ganas de un poco más es algo inadmisible para este tipo de restaurantes y eso deben mejorarlo urgentemente. Aquí no estamos hablando de cocina de autor o de algún chef reconocido cuyo marketing se paga con los platos.

Las entradas o appetizers de muy buena calidad, nosotros pedimos burrata (Mozzarella de búfala, jamón crudo, rúcula, oliva y reducción de aceto balsámico), prima pasta (Jamón crudo, mortadela con pistacho, selección de quesos, berenjenas y tomates confitados) y rabas (Calamares rebozados en harina y fritos). Para finalizar la comida ordenamos unas degustaciones de postres que estaban muy bien logradas, en especial el mousse de chocolate. Si tuviéramos que encontrar algo positivo para resaltar de todo lo que ordenamos son las entradas. Incluso más que las pastas que, si bien no defraudan, ponen en jaque el hecho de recorrer 150 kilómetros (ida y vuelta) para ir a comer a Italpast desde CABA.