Hotel Algodón Wines de San Rafael, Mendoza

Reseña completa de nuestra estadía en Algodón Wines. Una experiencia única para disfrutar Mendoza en un marco inigualable.

algodon wines

Desde que el grupo Gaucho Holdings compró las 1.500 hectáreas que componen su emprendimiento de lujo en San Rafael comenzaron las tareas de construcción y crecimiento a un ritmo vertiginoso. Un lugar realmente digno de visitar, con hermosas vistas y rodeado de montañas. Único para los amantes del golf ya que ofrece la posibilidad de estar jugando literalmente por un fairway custodiado por viñedos y olivos.

Nuestra experiencia en Algodón Wines Suites

Buscábamos un lugar tranquilo en Mendoza para pasar las fiestas en familia y al mismo tiempo poder disfrutar de todas las actividades que tiene San Rafael como hacer un poco de rafting, kayak y senderismo. Algodón tiene una ubicación muy particular porque está lo suficientemente alejado de la ciudad como para no tener todo el caos obvio pero al mismo tiempo son distancias cortas si uno quiere dar un paseo por el centro o buscar nuevos restaurantes.

Arrancamos con el pie izquierdo

La llegada no fue de lo mejor. En Mendoza teníamos temperaturas que rondaban los 40 grados y el único objetivo que teníamos al entrar al hotel era dejar las cosas en las habitaciones y darnos una zambullida en la piscina. Después del check in, nos informan que la pileta estaba sufriendo tareas de mantenimiento (luego pudimos ver que directamente se estaba construyendo desde cero) pero que teníamos la posibilidad de utilizar una piscina que se encontraba en una casa particular. El hotel puso a nuestra disposición carros de golf para poder movernos dentro del predio (creanme que no son distancias cortas ni apetecibles como para caminar con 40 grados) y así arrancamos. Consultamos por la bodega del hotel y el mensaje fue similar: tareas de refacciones que impedían acceder a visitar la bodega. En nuestro caso, habíamos estado 1 año atrás en Mendoza (donde pudimos hacer una visita a la bodega Salentein) y tampoco era un must del viaje pero sí nos resultaba un tanto desalentador recibir varias negativas sin previo aviso. Ninguna persona del hotel nos comunicó al momento de realizar la reserva que ambas instalaciones no iban a estar disponibles.

Las habitaciones de Algodón Wines

Atractivos diseños con fuertes toques de materiales que dan cierta rusticidad pero manteniendo el nivel de excelente que el hotel intenta comunicar. Especialmente en los toilettes con piedra y los colores oscuros de la pintura en las habitaciones. Las habitaciones cuentan con salida directa al espacio verde donde resulta ideal disfrutar una buena copa de vino y una picada. Cabe destacar que la cantidad de habitaciones es muy limitada, por lo cual, si uno prefiere ir a los espacios comunes siempre encontrará tranquilidad para poder distenderse y disfrutar del paisaje en silencio.

Dentro de la tarifa está incluido el desayuno, una merienda (bastante generosa), agua y frutas en el sector piscina, green fee de golf ilimitado, una clase de golf (que no pudimos tomar), una visita a la bodega (cerrada), una visita a los viñedos (recomendable) y una degustación de vinos propios del hotel (puede mejorar). Vamos a los detalles:

El desayuno es muy completo y el servicio excelente

¿De qué nos quejamos siempre los porteños? Del tiempo. Si bien hay bastante personal en todo el complejo, a veces en el sector donde se sirven las comidas hay 1 persona. Por lo cual, si hay 2 o 3 mesas habrá que tener paciencia y no ir con el tiempo justo. En cuanto a lo que ofrece el desayuno propiamente dicho: desde huevos revueltos hasta una tabla de quesos y fiambres, tostadas, frutas, medialunas, cereales, etc. Hay variedad y es realmente completo. Esta tendencia no se mantiene en los almuerzos o cenas. Otro lugar cerrado momentáneamente es la cocina y, además de tener un menú extremadamente limitado, los platos no están bien logrados. El lugar que recomendamos para cenar es el recientemente inaugurado The Club. Excelente servicio y sobresaliente comida. Volviendo a Algodón, resulta extraño cómo fomentan tanto el Chez Restaurant en redes sociales. Puede que nosotros hayamos tenido una mala experiencia o bien que las personas que van a comer allí no se alojen en el hotel y sean más generosos con las reseñas impactados por las instalaciones y las vistas (cosa que por supuesto es cierta y válida).

El Golf de Algodón en San Rafael

Cancha de 9 hoyos con el proyecto de construcción de otros 9 en los próximos años. Campo corto (lo cual lo hace entretenido) y un estado de greens más que aceptable considerando que San Rafael se encuentra en situación de crisis hídrica. Esto hace que más de una vez, al salir a jugar, uno tenga que estar esquivando riegos para no mojarse. La única crítica para con el campo de golf es que hay salidas pésimamente marcadas, con diferencias de mínimo 20 o 30 yardas. Si uno no está acostumbrado a jugar con los desniveles que ofrece la geografía del lugar puede ser un tanto engañoso y en la primera vuelta se puede caer en fuera de límite fácilmente en el hoyo 8. Siempre es recomendable afinar la puntería en el driving range (intentamos ir lunes y martes y ambos estuvo cerrado) porque si se pega con un poco de hook o slice la pelota irá a parar directamente a viñedos y será irrecuperable.

Como mencionamos anteriormente, no pudimos hacer uso de la clase de golf ya que el responsable no se encontraba disponible en los horarios que nosotros requerimos. Para los que jugamos golf, salir a jugar a las 10am con 38 grados no es una opción. Deberían reveer este punto para ajustarlo a horarios más flexibles y poder arrancar más temprano.

Visita a la bodega y viñedos de Algodón Wines

La bodega estaba cerrada, sólo pudimos verla por fuera. Hicimos el recorrido por los viñedos (súper interesante aún ya habiendo visitado grandes bodegas como Salentein), el entusiasmo y las ganas que le ponen al recorrido y al speech son apasionantes. La primera mitad del recorrido se focaliza en los viñedos y la explicación del proceso de cosecha y producción. En la segunda parte se visitan algunas casas (por fuera) ya construidas y da la sensación de ser más una charla de ventas en donde el único objetivo es vender parcelas, ya sea para construir una vivienda o para tener nuestros propios viñedos.

La degustación de vinos de algodón

Requiere reserva previa y viene acompañada de una tabla de quesos. Habría que analizar si una de las prioridades de negocio es la comercialización de vinos (no parecería serlo) pero en ese caso la degustación deja bastante que desear. Simplemente es degustar 3 diferentes vinos pero sin explicación alguna. Color, cuerpo, aromas, etc. En resumen, si están buscando una degustación de la cual puedan llevarse conceptos sólidos sobre las diferentes uvas y sus características, no será aquí. Quizás sería interesante que la degustación la lidere la misma persona de la visita a los viñedos.

A modo resumen, algodón wines nos resultó un hermoso lugar para disfrutar de unos días en Mendoza y seguramente mejore mucho cuando todas las instalaciones estén 100% finalizadas. Cabe remarcar que todo el personal pone un esfuerzo notable en complacer al huésped y su atención es de calidad superior.

Por el momento, hay que tener en cuenta la letra chica de todo lo que está cerrado o en refacción para decidir si es lo que estamos buscando para un hospedaje de este estilo y con estas tarifas. La relación costo/beneficio nos pareció estar bien balanceada (aún considerando todas las vicisitudes) y recomendamos que visiten Algodón Wines en su paso por San Rafael, Mendoza.